Otro de los aspectos fundamentales que el productor debe tener en cuenta son las "plagas" y, fundamentalmente, tener controlado los problemas de los "picudos" promecops, sternenchus y rizomatus, y considerar a cada uno de manera separada y estudiar cómo es el comportamiento individual de la plaga.
Luego de esto, se debe mirar con mucho cuidado al "complejo de orugas" ya que viene muy complicado. Es que además de "anticarcia" y "rachiplusia", hay dos muy complicadas de manejar como la "oruga bolillera" y la "seudoplusia".
Para ellos tenemos productos específicos y saludables al medio ambiente.
En todos los casos de uso de productos insecticidas, "se debe trabajar, sobre todo, conociendo adecuadamente el nivel de daño económico e iniciar el control con niveles de plaga bajos para evitar mayores daños".
"Deben adelantarse aplicaciones y usar productos de alta residualidad, todo con el monitoreo adecuado de cada lote para conocer el estado de situación", agregó un asesor de productores.
¿Rotaciones?
A pesar de que actualmente hay serios inconvenientes con la comercialización de granos como maíz y trigo, este proceso político afecta la decisión del productor a la hora de realizar las rotaciones, por lo que se debe considerar actuar ante las autoridades provinciales y de la región, para darles a conocer cuál es la situación actual y puedan tomar todas las medidas que sean necesarias.
"Hoy el sistema de producción de granos sustentable, sobre todo en una región como el NOA, corre peligro de caerse", recomendó.
Para evitar esto, "se debería trabajar sobre la implementación de políticas regionales, para que la rotación sea siempre una herramienta para fortalecer y darle previsibilidad al sistema de producción de granos", evaluó el especialista.
Fertilización
En lo referente a fertilización, los productores deben dividir su campo por ambiente.
Para ello, deben tomar un mapa de rendimiento de los últimos cinco años y ver cómo fue el comportamiento de cada lote y, de esa manera, definir el tipo de fertilización a realizar.
Sí se puede decir que en suelos con baja materia orgánica y arenosos se obtuvieron muy buenas respuesta al azufre y, además, se demostró que fertilizaciones foliares en algunas etapas del ciclo vegetativo y reproductivo de la soja produjeron excelentes respuestas.