Los monitoreos realizados durante el mes de noviembre se encontraron trigos en etapas finales del cultivo donde los problemas sanitarios no tienen ya ningún tipo de incidencia.
Los maíces sembrados presentan buen aspecto encontrándose en período vegetativo de V4-V6. Se observaron daños de cogollero, laminas afectadas con orificios bien definidos, y larva de Spodoptera frugiperda dentro del cogollo. Se recuerda que una ingresada la larva en este lugar se hace muy difícil su control, no siendo recomendable ya aplicar insecticidas.
Foto Nº 1 Daños de cogollero en laminas de maíz.
Los cultivos de soja sembrados en primera fecha de siembra se encuentran en etapas tempranas, manifestando hasta el momento buen aspecto sanitario y emergencia uniforme, completando con buenos niveles de humedad edáfica. Se recomienda sobretodo a aquellos productores que siembren en las próximas semanas, el monitoreo de lotes de orugas cortadoras, realizar tratamiento de semillas, y llegado el caso las aplicaciones de insecticidas. Hay que tener en claro que si no se realizan aplicaciones nocturnas contra cortadoras, le quitamos al insecticida su mejor arma: la acción de contacto con la plaga. En el caso de suelos con excesiva cobertura de rastrojos es deficiente la llegada del producto al blanco significa que las gotas no logran hacer contacto con las orugas, por lo cual será necesario atravesar dicha cobertura con gotas chicas. Se logra ayudar a la penetración por medio del uso de picos cono hueco, los cuales aportan su buen efecto de torción o vórtice. El agregado de azúcar en la aplicación del insecticida cumple la función de estímulo alimentario. La recomendación consiste en solubilizarla previamente en un balde con agua, a razón de 1 kg cada 100 litros de caldo y agregarlo una vez cargado el equipo. (Ianonne, 2011).
Foto Nº 2. Suelo con excesivo rastrojo,
complica el control de cortadoras.
Foto Nº 3 Etapa critica para el daño de
cortadoras.
Foto Nº 4 Daños en etapas tempranas
Foto Nº 5 Oruga cortadora