Informe de plagas: Se comenta brevemente los monitoreos realizados durante el mes de agosto pasado en la Región del Abasto Sur Bonaerense, Fundamentalmente sobre el cultivo de trigo el cual se encuentra en plena etapa de macollaje, en general mostrando un buen estado sanitario. Solamente haremos algunas observaciones encontradas. Es habitual encontrar pulgones en la mencionada etapa, tato el verde Schizaphis graminum, como el amarillo, Metopolophium dirhodum, el primero se encuentra desde el inicio, donde ha sido mucho más importante su daño, ahora el segundo es el que domina la escena, pica y succiona tallos, laminas reduciendo su capacidad fotosintética y debilitando las plantas. No se considera una amenaza en estos momentos, pues la población debería ser mucho más numerosa, además el cultivo está en plena etapa de expansión, lo cual compensa ampliamente los daños que pudiera ocasionar esta plaga. Recordamos que los UDE establecidos para este pulgón es más de 50 por planta. Otra de las adversidades que hemos encontrado son las manchas foliares, producidas por Dreschlera tritici; (mancha parda o amarilla), recordamos que se debe observar pequeñas manchas café amarillentas en las zonas basales, luego manchas ovales color café con bordes amarillentos, el avance de ésta enfermedad produce muerte de hojas. Una vez instalada la enfermedad, aún habiendo realizado las estrategias de manejo como curado de semillas, manejo del rastrojo etc, solo queda las aplicaciones foliares con fungicidas.
Cómo tomamos la determinación de fumigar? En base a la Cuantificación, es decir a valores de incidencia y severidad. ¿Qué es esto? La incidencia consiste simplemente en determinar la presencia o no de una determinada enfermedad en la planta, independientemente de la gravedad de su ataque y/o distribución. (ej. de 100 plantas 50 tiene manchas foliares, Incidencia 50%). La severidad es un parámetro que permite cuantificar la presencia y eventual daño causado por una enfermedad (cantidad de tejido enfermo). (Ej. De esas 50 que poseen manchas, el área afectada promedio es del 10 %, Severidad 10%). Es de determinación más compleja y se requiere estar bien entrenado para realizar un correcto diagnóstico. No obstante, la severidad es el parámetro más apropiado para la medición de manchas foliares.
Manchas foliares en trigo
Monitoreo y Estrategia de control
Es recomendable en el manejo de las enfermedades foliares realizar monitoreos en los lotes para determinar la presencia de las enfermedades y consecuentemente su nivel de desarrollo epidémico. El monitoreo se deberá comenzar al momento de encañado (1 nudo visible en el tallo principal) siendo necesario prolongarlo hasta el estado de grano acuoso. El objetivo del monitoreo es medir la enfermedad en el tiempo a través de las variables patométricas (incidencia y severidad), de modo tal de conocer su nivel de desarrollo evitando que su presencia en el cultivo exceda los umbrales de daños. Contar con suficiente área verde sana (hoja bandera, bandera -1 y bandera -2) durante el período crítico del cultivo asegurará una óptima formación y llenado de granos. Con este fin, de ser necesario se propone controlar químicamente enfermedades de hojas (royas y manchas) atendiendo sus niveles de desarrollo. La decisión de control se tomará considerando los umbrales de daño. Algunos autores recomiendan monitorear en función de la incidencia. Para manchas foliares, si la incidencia alcanza 30-40 % desde el estado de encañazón en adelante es conveniente aplicar. La frecuencia de monitoreo recomendada es semanal. Hay que tener en cuenta que cuanto más se deje avanzar la enfermedad, menor será la eficiencia del fungicida. Si se toma a la severidad como variable de evaluación será necesario un control químico cuando se alcance un nivel cercano al 10%.