Fertilizar A.C. realizó una conferencia de prensa para comunicar las consecuencias que genera la falta de ZINC en los suelos, que según los estudios presentados por el Dr. Ismail Cakmak de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Naturales de la Universidad de Sabanci (Turquía), y otros investigadores nacional es actualmente el cuatro nutriente deficitario de la Argentina, y además provoca un grave problema para la salud humana.
En ese contexto el presidente de la Asociación, Jorge Bassi, quien inauguró la jornada explicó que “el Zinc es el micronutriente que más se ha deteriorado en estos últimos años en nuestro país”, y planteó los siguientes interrogantes:
1- ¿Debemos empezar a pensar en fertilizaciones balanceadas en NPKSZn?
2- ¿Cuál es la importancia del Zinc en el mundo?
3- ¿Qué impacto tiene en la salud humana?
Para responder estas preguntas Fertilizar AC contó con la destacada presencia del Dr. Ismail Cakmak de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Naturales de la Universidad de Sabanci (Turquía), quien afirmó que “el Zinc es el cuarto nutriente deficitario de la Argentina, y además provoca un grave problema para la salud humana”.
“Hace años que se viene hablando de la SEGURIDAD ALIMENTARIA, pero hoy debemos introducir otro nuevo concepto y hablar de la SEGURIDAD NUTRICIONAL”, señaló Cakmak, y continuó: “El hambre oculta es un problema a nivel mundial, que no tiene que ver solamente con la cantidad de comida disponible y los habitantes del mundo, sino con la calidad de la misma”.
El especialista agregó que: “Hay más de 2.000 millones de personas que sufren de hambre oculta, y que carecen de los minerales, zinc, iodo, proteínas y demás nutrientes que necesita nuestro organismo, y deberíamos de estar incorporándolos con las comidas”.
Cakmak especificó que para mejorar los balances nutricionales que aportan los granos se debe pensar una producción agropecuaria complementaria, donde lo que extrae el cultivo del suelo es repuesto por el hombre mediante la fertilización.
En los estudios demostrados por el Ismail durante su presentación quedó evidenciado que una fertilización balanceada con Zinc marca diferencias sustanciales, tanto en los rindes obtenidos como en la calidad del grano, frente a aquellos cultivos a los que solo se les suministró NPK o NPKS. “El gran problema que tiene la falta de Zinc es que no se ve. La planta no expresa su deficiencia en forma física, entonces el productor no cree necesario hacer algo. Pero ese error nos puede costar muy caro”, indicó.
Para realizar una buena interpretación de las deficiencias, Cakmak recomendó realizar un análisis de suelos combinado con uno foliar, y fertilizar en etapas tempranas, “porque los cultivos absorben mayores concentraciones de Zinc al comienzo del ciclo”.
La falta de Zinc en la Argentina
El segundo bloque de la jornada, además de la presencia de Cakmak, contó con la participación de cinco investigadores de nuestro país (Roberto Rotondaro de ACA; Pablo Barbieri de INTA Balcarce; Gabriel Esposito de UNRC; Gustavo Ferraris de INTA Pergamino y César Quintero de UNER), que mostraron sus diagnósticos de oferta de Zinc en los suelos, en diferentes regiones (zona núcleo, oeste pampeano y Entre ríos). Luego se discutieron las respuestas en los cultivos de maíz, soja, trigo y arroz.
Según los datos arrojados por los especialistas, hay una generalizada deficiencia de zinc por diferentes causas. En el caso de la zona núcleo y áreas de alta producción sin reposición, la intensificación de cultivos generó la deficiencia; en el oeste pampeano se da por condiciones naturales de baja oferta de materia orgánica; y en Entre Ríos por un alto contenido de carbonato de calcio.
Martín Diaz Zorita, Coordinador Técnico de Fertilizar, quien también participó de la jornada explicó que “hace unos años realizamos una investigación y nos encontrábamos que casi en el 40% de casos había deficiencia de zinc, pero hoy ya superamos el 80%, y debemos entender que la faltante de un micronutrientes, no significa una microrespuesta del cultivo”.
Desde el punto de vista de la repuesta de los cultivos, el maíz y el arroz son los más sensibles a la falta y justificaron intensificar más los estudios.
También se discutieron situaciones de manejo, y la importancia de una fertilización temprana, balanceada en NPKSZn, que es la que mostró mejores resultados y consistencia. “La respuesta en la aplicación del Zinc varía entre el 6 y 8% dependiendo del cultivo. En el sur de Córdoba, por ejemplo, Esposito demostró 600 kilos de repuesta en los rindes de maíz”, comentó Diaz Zorita.
La jornada finalizó con un debate entre todos los ingenieros, donde Cakmak destacó la sinergía del manejo del fósforo y el zinc, dando valor a la actividad biológica de los suelos, que explica el buen comportamiento de zinc en los cultivos.
Cuando la actividad biológica del suelo decae, el problema se intensifica, y recomendaron realizar un manejo nutricional integral y temprano con nitrógeno o fósforo.
Además, quedó comprobado que en condiciones climáticas “Niña” y de estrés, el buen manejo de los micronutrientes aporta mejores respuestas de los cultivos, y por ende, a los rendimientos.