Cargando...

Monitoreo de plagas en cultivos de Maíz y Soja

Se identificaron ataques de chinche marrón en cultivos de maíz zonales, sobre todo en siembras tardías, se sugiere tener en cuenta los siguientes comentarios para el manejo de la plaga.

Chinche marrón en maíz (Dichelops furcatus)
Esta plaga origina los ataques durante las primeras semanas de emergencia de las plantas de maíz, las picaduras de estos insectos provocan síntomas como perforaciones asimétricas en las hojas, aparición de macollos, y crecimiento anormal de la planta. Umbrales de daño tomados del sur de Brasil, hablan de 1 chinche /m². A nivel local también se identificó la presencia de Nezara viridula, situación que lleva a tenerla en cuenta en los monitoreos.
 
Si bien todavía no se identificaron ataques de Oruga bolillera en soja durante esta campaña, se sugiere estar atentos a la posible aparición de la plaga, ya que en campañas anteriores se  presentó en esta época del año causando daños de importancia en cultivos de soja en etapa inicial de desarrollo.

Oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon)
Puede considerarse una especie de tipo esporádico en soja, pero en ciertas regiones (centro oeste de Córdoba) o temporadas tiene gran impacto en el desarrollo inicial de los cultivos.
 
Reconocimiento y bioecología: Las larvas de esta especie alcanzan un tamaño máximo (en el sexto estadio) de 30 a 35 mm. El color de las orugas varía de amarillento a verde claro y negro. Es característica una serie de bandas dorsales finas, longitudinales, claras y oscuras, con bandas laterales de color blanco. Las larvas se transforman en pupas en el suelo, en celdas de tierra, y luego de 10 a 15 días emerge el insecto adulto, de hábito nocturno, con manchas y bandas en las alas. Reiniciando el ciclo, cada hembra puede oviponer 1000 a 1200 huevos, en forma aislada, en los brotes terminales.

Daños: En las plantas menores a 10 cm de altura esta plaga consume, con preferencia, brotes y tallos tiernos. En este caso, la planta puede recuperarse emitiendo brotes axilares, hecho que origina plantas más bajas que lo normal. En el momento de formación de las vainas, el insecto las destruye parcial o totalmente, o bien las perfora, para consumir el grano en formación.

En estos ataques, la oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) y la oruga de la espiga del maíz (Heliothis zea) pueden atacar en forma conjunta. Helicoverpa en soja, se presenta en bajas densidades (3 a 10 larvas /m de surco) pero, el tipo de daño provocado perjudica mucho al cultivo.

Control químico: Se dispone de varios insecticidas registrados para el control de la oruga bolillera en soja. Dicho control no presenta dificultades durante la primera etapa de desarrollo del cultivo, pero la situación es muy diferente en el estado reproductivo, por la ubicación de las orugas, protegidas por el sistema foliar y las vainas del cultivo, hecho que requiere el uso de las máximas dosis recomendadas y buena calidad de aplicación.

Fuente: Recopilación parcial Libro “El Cultivo de la soja en Argentina”

Ante cualquier duda consulte a su Ingeniero Agrónomo asesor de confianza.

Compartir: