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Picudo y amaranthus se roban la atención en el NOA

Aunque no es una novedad la presencia de picudo en el noroeste argentino, sí es noticia que cada vez se expande más. Un problema más para una región que libra una guerra contra las malezas y que, a diferencia de otras zonas, tiene que abonar precios altos de flete. 

“Es una plaga que amplía cada vez más el área donde produce daño. Toda la región tiene la problemática y eso es lo que hay que luchar hasta la cosecha de la soja, en estado R6 incluido. Recomiendo hacer aplicaciones cada 10 días o semanales en función de a las lluvias”, cuenta a Infocampo Daniel Rossi, coordinador regional Crea en el NOA.

Conocido como Rhyssomatus subtilis, es un coleóptero que empieza a atacar en el estado vegetativo de la soja, aunque su mayor daño lo produce en estados reproductivos. Si bien su ciclo de vida alcanza la plenitud en verano, ya en invierno empiezan a manifestarse. Por este motivo, Rossi cuenta que hacen monitoreos en los suelos para detectar la presión de picudos.

Su accionar es letal. “Lo que hace es picar las chauchas. Donde pica, directamente pudre y le come la chaucha porque la hembra deposita los huevos adentro y la oruga luego se come los granos. Eso se da hasta R6 inclusive, por lo tanto una vez que fisiológicamente está madura la planta se siguen haciendo aplicaciones. No solamente produce ese daño, sino que mata el poder germinativo de la semilla. Es complejo el tema”, amplía.

Mientras el picudo avanza, las malezas tampoco dan el brazo a torcer. Según Rossi, esta problemática está afectando seriamente al NOA, especialmente el ataco (amaranthus). Distingue entre dos grandes grupos: resistentes y tolerantes al glifosato u otro modo de acción diferente. “Estamos tratando de identificar alguna otra que pensamos que si no es tan resistente está cerca, como algunas digitaris”, dice.

Entre las resistentes, la región padece de  gramíneas, eleusine, echinochloa, urochloa, sorgo de Alepo y ataco. Mientras que en las tolerantes cita las del complejo trichloris y chloris, y en latifoliadas a borreria, Santa Lucía y gomphrena. “Año a año se incrementan”, lamenta Rossi.

Si no se hace un buen diagnóstico y se previene, los daños de la maleza pueden ser catastróficos. Incluso, aclara Rossi, no sólo puede afectar al rendimiento sino que “te puede quitar el lote si te descuidás”. “Hay lotes totalmente complicados de malezas.” En el caso del picudo, “depende de la gravedad del ataque: no solamente te produce mermas en el rendimiento, sino que merma la calidad. Por lo tanto, cuando vas a comercializar granos tenés un problema. Cuando el daño es grande en granos acelera el proceso de deterioro con la presencia de enfermedades. Hay sojas que cosechás pero no las podés vender porque el deterioro que tienen desde el punto de vista de la calidad impide la comercialización”. 

La pregunta del millón es cuánto repercute en el rinde de indiferencia. Rossi menciona que, en un lote donde el problema sea atenuado y esté bien llevado, le costaría al productor entre unos 50 y 70 dólares. En cambio, si el problema llega a agarrar de sorpresa y no se lo enfrenta con la precaución necesaria, puede costarle unos 120 dólares. “Si lo trasladás a kilos de soja, el rinde de indiferencia se te iría los 2.700 kilos, y si es en campo arrendado no te digo nada”, agrega.

El estado de la campaña

Consultado sobre cómo se desarrolló la campaña, Rossi aseguró que es buena desde el punto de vista productivo más allá de los contratiempos que mencionó previamente: “Las precipitaciones vienen acompañando, salvo esos huecos en los que falta un poco de agua, pero no es una superficie importante. Arrancó con algo de seca en lo que es el centro-este de Salta y se ha corregido, aunque en algunas partes sigue seco”.

Los cultivos vienen desarrollándose bien, con las sojas en estado reproductivo en la parte sur del NOA. Un poco más retrasados están en la parte norte, específicamente las variedades de grupos largos que están en estado vegetativo. 

“En lo que sería norte y centro de Tucumán, la subzona sur está en estado reproductivo, de R5 en adelante en general. Al norte, según la fecha de siembra y ciclo de madurez, podés tener estado reproductivo y otras en estado vegetativo pero ya próximas a entrar. Los maíces presentan una situación muy similar: están floreciendo. Los sembrados tardíos que son para los planteos ganaderos no están todavía en estado reproductivo, pero están en un buen desarrollo.”

Mal bicho

El picudo empieza a atacar en el estado vegetativo de la planta, aunque el mayor daño lo produce en estado reproductivo.  

De no ser precavido, sus daños no afectarían sólo al rendimiento, sino a la calidad de la soja, al punto que se pierde su capacidad de comercialización.    

Rossi recomienda hacer aplicaciones cada 10 días o semanales, en función de las lluvias. 
Un lote descuidado puede  tener hasta 120 dólares de gasto, equivalente a 2.700 kg. 

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