Borreria y Gomphrena son dos familias de malezas que incluyen varias especies y que desde hace algunos años se encuentran en franco crecimiento, mayormente en el centro y norte del país, siendo su manejo y control muy dificultoso. Por esta razón, se editó a fines de 2015 una publicación de REM específica sobre ellas, cuya versión digital podía ser descargada de internet tras responder una encuesta.
Al mes de su lanzamiento el relevamiento ya contaba con la participación de más de 1000 personas entre asesores (59%), productores(35%), vendedores de insumos (16%), estudiantes (12%),docentes e investigadores (10%) y personas dedicadas a otras ocupaciones (4%) (La suma es mayor al 100% puesto que las opciones no eran excluyentes).
¿Cuántos padecen estas malezas y en dónde?
El 59% de los encuestados respondió no tener experiencia alguna en el manejo de estas especies. Respecto del 41% afirmativo, la discriminación por zonas indica que las experiencias se corresponden con aquellas donde la presencia de estas malezas es mayor: NOA, NEA, Córdoba y San Luis, centro de Santa Fe, Entre Ríos y zona núcleo (Gráfico 1).
Aquellos encuestados provenientes de zonas menos afectadas – centro, oeste, sudeste y sudoeste de Buenos Aires –que sin embargo acusaron experiencia en el manejo de estas especies, se correspondieron mayormente con encuestados que trabajan paralelamente en alguna de las regiones comprendidas en el primer grupo. Dado que el número de respuestas es muy bajo en estos casos, los datos no fueron considerados para el análisis de las siguientes preguntas.
Gráfico 1. Cuántos encuestados poseen alguna experiencia de manejo en Borreria y/o Gomphrena.
¿Cómo se dispersan?
Casi el 80% de los encuestados considera que la dispersión de estas especies es por medio de la maquinaria, seguido por el viento (algo bastante improbable), el agua y las aves, en menor medida (Gráfico 2).El hecho de que la amplia mayoría considere a la maquinaria como la principal forma de dispersión marca un gran déficit pero, al mismo tiempo, una gran oportunidad, puesto que de tomarse medidas adecuadas en este sentido (por ej. limpieza de cosechadoras al ingresar a los lotes) podría retrasarse marcadamente su ingreso a nuevos lotes y zonas.
Gráfico 2. ¿Qué formas de dispersión cree que tienen Borreria y Gomphrena?
Sobre la velocidad de dispersión, la mayoría respondió que ésta es intermedia, ni muy lenta ni muy rápida, comparada con otras especies (Gráfico 3).
Gráfico 3. ¿Cómo cree que es la velocidad de dispersión de Borreria y Gomphrena?
¿Cuánto ocupan estas especies en cada zona?
Respecto de la presencia de estas malezas en la zona, el relevamiento incluyó una escala de 4 niveles: “ningún lote”, “pocos lotes” (10-25%), “bastantes lotes” (25-50%) y “la mayor parte de los lotes” (más del 50%). El análisis de los datos revela que estas malezas se detectan frecuentemente en pocos lotes. Sin embargo la posibilidad de encontrarlas en bastantes lotes es asimismo importante, especialmente en el NOA y NEA, pero también en Córdoba y San Luis, el centro de Santa Fe y Entre Ríos, donde la categoría “bastantes lotes” se ubicó entre el 30 y 40% de las respuestas (Gráfico 4).
Gráfico 4. Presencia de Borreria y Gomphrena según zona.
En términos de abundancia estas especies afectan con mayor frecuencia entre el 10 y el 25% de la superficie de los lotes en el NOA y centro de Santa Fe, mientras que en el NEA, Córdoba y San Luis su abundancia es relativamente menor, comprometiendo entre bastante poca (10 y 25%) y muy poca (menos del 10%) superficie. En Entre Ríos y en la zona núcleo las mismas afectan, mayormente, muy poca superficie.
Cabe destacar que en el NEA estas especies pueden llegar, con cierta frecuencia, a comprometer superficies considerables (entre el 25 y 50%) (Gráfico 5).
Gráfico 5. Abundancia de Borreria y Gomphrena según zona.
En términos generales puede decirse que estas especies se encuentran entre pocos y bastantes lotes (con mayor presencia en el NOA, NEA, Córdoba, San Luis, Centro de Santa Fe y Entre Ríos) y que, dentro de estos lotes, las mismas ocupan entre muy poca a bastante poca superficie (excepto en el NEA donde ocupan una superficie algo mayor).
¿Cómo se están manejando?
En cuanto a las experiencias de manejo exitosas, las más mencionadas fueron los herbicidas preemergentes y los postemergentes de contacto, seguidos por las mezclas de herbicidas. Luego, en valores casi iguales se mencionaron el control mecánico, el cultural y el manual con azada o mochila. Los herbicidas sistémicos se encuentran un escalón aún más abajo (Gráfico 6).
Gráfico 6. Herramientas con las que se tienen buenas experiencias.
Cuando se consultó acerca de qué cultivos permiten un manejo más efectivo las respuestas ubicaron al maíz por encima de la soja, haciendo a su vez mayor énfasis en el maíz tardío respecto del temprano y en la secuencia trigo/soja por encima de la soja de primera.
La menor referencia al sorgo, girasol y pastura puede deberse a la menor frecuencia de estos cultivos más que a su baja efectividad para el manejo de las malezas. En la categoría “Otros” se mencionó la secuencia trigo/maíz y poroto (Gráfico 7).
Gráfico 7.Cultivos con lo que resulta más efectivo el manejo
Es muy importante aclarar que, si bien la encuesta englobó Borrerias y Gomphrenas como una unidad, cada especie tiene características diferentes y no todas responden de la misma manera al manejo. Por mencionar un ejemplo, dentro de las Gomphrenas, G. pulchella (de flor rosa) se comporta como anual mientras que G. perennis (flor blanca) como perenne; esto amerita un manejo muy diferente puesto que las prácticas que resultan exitosas en la especie anual pueden fallar en la perenne, al tener que controlar no sólo los nuevos nacimientos de primavera sino los rebrotes de las plantas que no fueron controladas en la campaña anterior.
Algunas conclusiones
La encuesta deja de manifiesto que la problemática de Borreria y Gomphrena tiene mayor gravedad en las zonas NOA, NEA, Córdoba, San Luis, centro de Santa Fe, Entre Ríos y núcleo.
Sobre la velocidad de dispersión la mayor parte respondió que la misma es intermedia, mientras que respecto a la forma de dispersión casi el 80% considera que es por la maquinaria, lo que marca un punto a trabajar.
La presencia y abundancia varía entre zonas, pero términos generales puede decirse que estas especies se encuentran entre pocos y bastantes lotes (con mayor presencia en el NOA, NEA, Córdoba, San Luis, Centro de Santa Fe y Entre Ríos) y que, dentro de estos lotes, las mismas ocupan entre muy poca a bastante poca superficie (excepto en el NEA).
Las experiencias de manejo exitosas más mencionadas fueron los herbicidas preemergentes y los postemergentes de contacto, seguidos por las mezclas de herbicidas. Luego, en valores no despreciables, se menciona el control mecánico, el cultural y el manual con azada o mochila.
El cultivo que permite un manejo más efectivo es el maíz (mejor el tardío que el temprano), seguido por la secuencia trigo/soja, todos por encima de la soja de primera.
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