Los adultos son gorgojos grandes de aproximadamente 8 mm de largo por 6 mm de ancho, de color negro brillante y con franjas amarillas en la parte dorsal del tórax próximas a la cabeza. Su cabeza está armada con una fuerte trompa con la que rasga los tallos. Las larvas presentan la forma típica de larvas de gorgojos, son blancas, levemente curvadas, con la cabeza castaño oscura, sin patas y de aproximadamente unos 10 mm de longitud.
Este insecto presenta una sola generación por año. La emergencia de los adultos ocurre a partir de octubre. La hembra realiza la postura de huevos en el tallo, desde noviembre y marzo. Nacen las larvas en el interior del tallo donde se alimentan y desarrollan. A partir de diciembre, hasta el final del ciclo del cultivo, se encuentran larvas de diferentes tamaños. Luego pasan al suelo donde no se alimentan; a partir de octubre se transforman en pupas y permanecen así durante un período relativamente corto (octubre a diciembre). El ciclo de esta especie se sincroniza con el del cultivo de soja.
Daños
Son ocasionados por adultos y larvas (Foto 2 a, b y c). Los adultos (picudos o gorgojos) atacan fundamentalmente el tallo principal, deshilachando los tejidos exteriores y produciendo un anillado característico donde la hembra coloca los huevos. Al nacer las larvas, estas penetran el tallo y se desarrollan en su interior, provocando el daño.
Recomendaciones
- Monitoreo temprano. Es clave detectar el adulto en el campo durante los estadios iniciales de crecimiento del cultivo. Considerar que la soja Bt no controla a esta plaga, por lo que debe ser monitoreada de igual forma.
- Control químico, con productos registrados para el control de esta plaga en aquellos casos en los que se alcance el umbral de tratamiento, 1 picudo por metro lineal (estado fenológico V3) o 2 picudos por metro lineal (V6).
Para la próxima campaña
- El muestreo de suelo previo es una herramienta que nos permite tomar decisiones anticipadas como la rotación de cultivos no hospederos. Esto interrumpe el ciclo del insecto por la falta de alimento. El uso de gramíneas, algodón y/o girasol, en esta región puede constituir la estrategia más eficaz.
- La época de siembra. Evaluaciones realizadas en Brasil indican que anticipar la época de siembra puede contribuir a la reducción de la infestación. En la Argentina, por tratarse de una plaga secundaria, no se tiene hasta el momento información.
- Los sistemas de labranza influyen en el establecimiento y la actividad de esta plaga. Las poblaciones se incrementan y la productividad de las plantas decrece en siembra directa, y ocurre lo inverso en suelos bajo labranza convencional, en la cual se interrumpe el ciclo de la plaga.
Fuente consultada
Sosa, M. A. (2002). El picudo de la soja en el norte santafesino. Idia, 21(3), 89-93.