Como consecuencia del período lluvioso registrado en la región, se sugiere observar la posible aparición de enfermedades en los cultivos.
En frutales de carozo pueden aparecer síntomas de torque del duraznero (enrulado de las hojas), viruela (perforaciones en las hojas), bacteriosis (manchas húmedas sobre los frutos) y/o marchitamiento de brotes y flores por Monilinia spp., principalmente en aquellos montes comerciales donde se han presentado daños en la temporada anterior. Cabe aclarar que ya se deberían haber realizado los tratamientos químicos preventivos. Las aplicaciones de agroquímicos en este momento no son eficientes, excepto en el caso de lotes comerciales de frutales de carozo destinados a exportación a Europa donde Monilinia fructicola es cuarentenaria y se debe cumplir un protocolo específico.
En perales Packham’s Triumph la lluvia favorece el desarrollo del tizón de las flores producido por Pseudomonas syringae y podrían aparecer síntomas en los próximos días. Estos consisten en pequeñas manchas negras sobre los distintos órganos florales: sépalos, pétalos, receptáculo y pedicelos. Las lesiones se agrandan y pueden llegar a producir el marchitamiento de toda la flor y hojas adyacentes. Sobre los frutos recién formados y hojas jóvenes se forman manchas oscuras, deprimidas y de aspecto aceitoso que, al igual que en las flores, pueden llegar a cubrirlos totalmente. Frutos, flores y hojas afectados pueden quedar adheridos al árbol durante toda la temporada, lo cual es una característica que diferencia a esta enfermedad de los síntomas producidos por heladas primaverales en que caen inmediatamente después de afectados. Realizar tratamientos químicos en este momento no es una práctica eficiente, pero se debe considerar la aparición de síntomas para efectuar un adecuado programa de prevención a caída de hojas y fin de invierno, de cara al nuevo ciclo productivo.
Con respecto a sarna del manzano y del peral (Venturia spp) y sobre todo en aquellos montes comerciales que tienen antecedentes de la enfermedad en temporadas anteriores, se recomienda observar la posible aparición de síntomas en los próximos días. Estos consisten en típicas manchas al principio traslúcidas y que luego toman una coloración verde olivácea, de aspecto aterciopelado. Finalmente, el tejido afectado se necrosa. En este momento se sugiere buscar estos síntomas en las hojas jóvenes de las yemas florales y en el envés de los sépalos. Si se detectaran síntomas de sarna, ya no es posible su remisión, pero se debe estar atento para, en caso de producirse nuevos períodos de infección luego de una lluvia, realizar las pulverizaciones preventivas adecuadas.
A los efectos de actuar con mayor precisión, se sugiere consultar las condiciones climáticas particulares de cada región.
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