A la fecha (21 de octubre del 2011) se ha producido el 9% de la emergencia de adultos provenientes de larvas invernantes recolectadas durante el período de cosecha de la temporada 2011-2012. El riesgo de daño que estos adultos pueden ocasionar a través de su descendencia (progenie) está relacionado en forma directa con la densidad poblacional presente en cada monte frutal.
Se recuerda que, si bien en estos momentos se pueden encontrar huevos de carpocapsa en los montes frutales, los primeros nacimientos de larvas se van a producir a partir de los 250ºD. Por esa razón, se aconseja finalizar las aplicaciones antes de llegar a los 250ºD, especialmente en montes con alta densidad poblacional.
Los insecticidas empleados en esta etapa deben contemplar el control de plagas secundarias, si es que se verifica su presencia y densidad mediante monitoreo.
Si se comprueba la presencia de alguna plaga secundaria, se deberá elegir el insecticida que tenga control sobre ella y sobre carpocapsa. Por ejemplo:
Clorpirifos: empleado para el control de pulgones y cochinillas.
Metidathion: muy buen control de psílido y cochinillas.
Acetamiprid y Thiacloprid: muy buen control de pulgones y chicharrita.
Se recuerda, además, que la aplicación de abamectina o productos químicos que la contengan en su formulación se deberá realizar antes de las tres semanas posteriores a caída de pétalos, porque a partir de esa instancia la eficacia declina.
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