Estas condiciones incrementan la incidencia de enfermedades tales como Peronóspora y Podredumbre de los racimos, por lo que se recomienda efectuar controles preventivos y curativos con fungicidas. La estrategia a seguir deberá tener en cuenta la presencia o no de síntomas de las enfermedades, las condiciones climáticas, las características de los productos y el destino de la producción.