La aplicación de nitrógeno (N) en maíz es una práctica básica en sistemas de agricultura continua si se quieren alcanzar altos rendimientos con este cultivo. Una de las formas de eficientizar la misma es evitando o reduciendo las pérdidas del fertilizante aplicado. Las que generalmente ocurren son las producidas por volatilización y/o por lavado de N. Los fertilizantes nitrogenados susceptibles a pérdidas por volatilización son la urea o aquellos fertilizantes que lo contengan en su composición y la magnitud de las mismas está influenciada por condiciones de suelo, clima, manejo y tiempo transcurrido entre la aplicación y una lluvia que pueda incorporar el fertilizante. A través del proceso de hidrólisis la urea se desdobla y el N que contiene pasa a estar disponible para las plantas. Con la hidrólisis hay un consumo de protones por lo cual aumenta el pH alrededor del granulo de fertilizante. Si el fertilizante es aplicado en superficie y se dan condiciones para que ocurra una hidrólisis rápida el pH aumenta por encima de 8, el amonio pasa a amoníaco, que al ser gaseoso se pierde por volatilización. Las principales condiciones para una hidrólisis rápida son temperatura por encima de 10 °C alcanzando un máximo a los 25°C, alta humedad ambiente y presencia de la enzima ureasa, que cataliza el proceso. Si hay rastrojos en superficie la cantidad de enzima aumenta y mayores son las posibilidades de pérdida. Una experiencia realizada en maíz en siembra directa, en suelos argiudoles típicos del área de Marcos Juárez , donde hubo respuesta significativa en los rendimientos por la aplicación de N , no mostró diferencias entre fuentes de N aplicadas aún cuando pasaron ocho días entre la aplicación y una lluvia posterior que incorporó el fertilizante. Si bien se dieron altas temperaturas del aire, la baja humedad ambiente desde la aplicación hasta una lluvia que permitió incorporar el fertilizante hizo que no se desencadenara el proceso de hidrólisis explicando el similar comportamiento entre fuentes y entre formas de aplicación, incorporado y sin incorporar (Gudelj et al., 2001). De seis experiencias en donde se comparó la aplicación de urea granulada en superficie contra la incorporada sólo en dos hubo un mejor rendimiento (3,4% y 3,6%) cuando se incorporó la urea, siendo similares los rendimientos en las otras cuatro, atribuyéndose esa diferencia a la gran cantidad de rastrojo en superficie (6200 kg/ha) en una de las experiencias y a la alta humedad relativa ambiente (> al 70 %) en los días posteriores a la aplicación hasta una lluvia que incorporó el fertilizante(Gudelj et al., 2003).
Cuando el N es arrastrado por el agua de lluvia a una profundidad mayor de la que lo pueden tomar las raíces, ocurren las pérdidas por lavado o lixiviación que además de reducir la eficiencia del fertilizante aplicado posibilita la contaminación de las napa de agua.
En las pérdidas por lavado incide la textura del suelo: suelos de textura más gruesa estarían más expuestos a este tipo de pérdidas; cantidad de nitrógeno aplicado, cuanto mayor es la cantidad aplicada mayor la disponibilidad de nitratos susceptibles a lixiviar; momento de aplicación, aplicaciones a la siembra están más expuestas que aplicaciones con seis hojas del cultivo que es cuando empiezan los grandes requerimientos de N del mismo; precipitaciones ocurridas luego de la aplicación, a mayor cantidad mayor probabilidad de pérdidas sobre todo en aplicaciones a la siembra donde el cultivo hasta V6 tiene bajos requerimientos y por lo tanto toma poco del N disponible en el suelo. Experimentos realizados en suelos argiudoles típicos en el área de Marcos Juárez mostraron una mejor eficiencia de utilización del N aplicado en V6 respecto del aplicado en el momento de la siembra, ocurriendo las mayores diferencias cuando las dosis fueron superiores a 60 kg de N/ha y las precipitaciones ocurridas en el periodo siembra-V6 superaron los 120 mm. (Gudelj et al., 2001)
Existen hoy en el mercado productos que permitirían retardar el proceso de hidrólisis y lograr una mejor eficiencia de los fertilizantes que contengan urea. Uno de ellos es n-BTPT (n-(n-butil) tiamida tio fosfórica (AGROTAIN). Es un inhibidor de ureasa, que es la enzima responsable de acelerar el proceso de desdoblamiento de la urea. Cuando AGROTAIN es aplicado a la urea o al UAN, el proceso es ralentizado y se reduce la producción de amoníaco (NH3) y su posibilidad de perdida por volatilización. En Argentina ASP produce la Urea Green a partir de la protección que le da a la urea con AGROTAIN.
Con el objetivo de evaluar diferentes fuentes, formas y momentos de aplicación de N en el cultivo de maíz se realizaron en el área de la EEA INTA Marcos Juárez tres ensayos durante el ciclo 2014/15.