El Fósforo (P) es uno de los nutrientes esenciales para el crecimiento de los cultivos. Sus funciones dentro de la planta no pueden ser efectuadas por ningún otro nutriente y se requiere un adecuado contenido para que el cultivo crezca y se desarrolle de forma óptima. Sin embargo, debe distinguirse entre la cantidad de nutriente que necesita el cultivo para su normal desarrollo y la cantidad de nutriente que se exporta con la cosecha, ya que una proporción variable, de acuerdo al cultivo que se considere, volverá al suelo en forma de rastrojo.
El balance de fósforo resulta negativo siempre y cuando la cantidad de nutriente aportado al suelo como fertilizante sea menor al exportado en grano. Este aporte/extracción conocido como balance cobra especial importancia en zonas agrícolas como la Cuenca del Salado, donde los niveles de Fosforo son inferiores a 8 partes por millón, siendo un valor limitante para la producción agrícola.
A partir de los datos aportados por el Sistema Integrado de Información Agropecuaria (SIIA) del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, los referentes del INTA compararon la información sobre el balance de nutrientes de los últimos 12 años en 11 partidos de la Cuenca del Salado (Ayacucho, Azul, Castelli, Chascomús, Dolores, Gral Belgrano, Gral. Madariaga, Las Flores, Maipú, Rauch y Saladillo).
El sistema brinda, entre otros datos, la superficie sembrada por año, el rendimiento y la producción total de los cultivos en cada partido. Con los registros desde el INTA se realizó el cálculo de los kilos de Fósforo extraídos por hectárea con cada cultivo, observándose que el Maíz es el cultivo más extractivo.
Mediante el análisis de la información los técnicos del INTA observan “un incremento de la extracción de Fosforo durante el período en estudio, debido básicamente al aumento de la superficie agrícola (25.303 Has en 2001/02, 65.869 Has en 2012/13, promedio por partido”.
Asimismo, se cuantificó que “la extracción de Fósforo promedio por hectárea sembrada es de 14,6 kg de P/Ha.año (sin utilización de rastrojo) lo que equivaldría a 73 kg/Ha de Fosfato Diamónico”. No obstante los técnicos del INTA señalan que “el dato que falta para conocer el resultado del balance debe buscarse tranqueras adentro, incorporando el aporte que se realice de fertilizante a cada cultivo en cada campaña”.
El mineral de Fósforo a partir del cual se fabrican los distintos tipos de fertilizantes es considerado un recurso no renovable y por ende el precio de éstos aumenta año a año. En Argentina, hasta el presente, no se han descubierto yacimientos económicamente rentables de éste mineral, por lo que al contrario de lo que ocurre con los fertilizantes nitrogenados, los fosforados son 100 % importados. Por tal motivo los técnicos advierten que “generar una deuda de fósforo con el suelo, implica el aumento del costo de reposición llegado el momento de recomponer los niveles de éste nutriente para continuar teniendo una agricultura sustentable”.