Este ácaro inverna protegido en las escamas de los dardos de dos o tres años, especialmente en los que están en latencia. Para su monitoreo se debe observar suficiente material de yemas de madera y florales, ya que los ácaros se encuentran generalmente entre los pelos de las yemas, lo que dificulta su visualización. Por este motivo, es necesario tener en cuenta la historia del monte frutal monitoreado y fundamentalmente el resultado sanitario de la temporada anterior. De esta manera se podrá tomar una decisión correcta al momento de su control.
Si en el monte frutal se verifica la presencia de esta plaga, el control se debe iniciar en el estado fenológico de “muñecas separadas”. Una buena alternativa es el uso de Polisulfuro de Calcio ya que, si se producen condiciones climáticas favorables para el desarrollo de sarna, esta aplicación ayudará a su control.
IMPORTANTE: Es aconsejable dejar pasar al menos 15 días entre la aplicación de aceites minerales y la de polisulfuro de calcio para evitar posibles problemas de fitotoxicidad.
Luego del estado fenológico de “caída de pétalos” se deberá realizar una segunda aplicación con el mismo producto o con otro más específico, para completar el control del ácaro del agamuzado.
A partir de mediados de octubre el monitoreo de esta plaga se debe focalizar en la zona del cáliz de los frutos pequeños, lugar hacia donde migran los ácaros para comenzar a producir el característico daño. Si aún se detectan individuos vivos, será necesario realizar controles específicos para evitar los daños a los frutos.
Grupo Manejo Integrado de Plagas
lcichon@correo.inta.gov.ar
Proyecto PNFRU052851
dfernandez@correo.inta.gov.ar
Proyecto PNFRU052841