Estudios realizados en el INTA Manfredi, confirmaron la resistencia simultánea de un biotipo de sorgo de Alepo a dos principios activos y modos de acción: glifosato y graminicidas FOP.
El sorgo de Alepo (Sorghum halepense) fue la primer maleza que presentó un biotipo resistente a glifosato en Argentina, detectado en Tartagal, provincia de Salta, en el año 2005.
Por otra parte, a principios de 2015, se informaba también su resistencia a graminicidas FOP (específicamente al haloxifop-R-metil), luego de la denuncia hecha por los profesionales Daniel Tuesca (FCA UNR), Juan Carlos Papa (INTA Oliveros), Luis Lanfranconi (INTA Río Primero) y Eduardo Repetto (Cooperativa Agrícola Ganadera de Gobernador Crespo), quienes trabajaron con un biotipo del Departamento San Justo del norte santafesino. Ahora, se confirma la resistencia múltiple en sorgo de Alepo, es decir, la resistencia simultánea a estos dos principios activos en el mismo biotipo, como resultado de un estudio llevado adelante por el especialista Diego Ustarroz de INTA Manfredi.
Ustarroz trabajó con un biotipo sospechoso encontrado en Tres Esquinas, departamento Río Primero, en el centronorte de Córdoba, y lo comparó con un biotipo susceptible de Manfredi. El de Tres Esquinas mostró resistencia múltiple a glifosato y graminicidas del grupo FOP, especialmente a haloxifop-R-metil, que fue el herbicida utilizado en el experimento. También se probó el cletodim, no encontrándose resistencia a este graminicida de amplio uso para el control de la maleza.
Compartimos el informe del INTA aquí.
“La resistencia múltiple a glifosato y graminicidas FOP limita marcadamente las alternativas de manejo de esta maleza; afortunadamente, hasta el momento, ninguno de los biotipos resistentes a graminicidas mostró resistencia al grupo DIM, al que pertenece el cletodim, pero si bien esto es una buena noticia no hay que confiarse que no va a suceder, porque es altamente probable y debemos preservarlos cuanto sea posible”, advirtió el ingeniero Martín Marzetti, gerente de la REM (Red de concocimiento en malezas resistentes) coordinada por Aapresid.
De acuerdo a Marzettti, el manejo debe enfocarse de manera diferente según sea el nivel de infestación del lote:
Es fundamental evitar el ingreso en aquellos que aún no tienen presencia del biotipo resistente. Para ello la limpieza de cosechadoras es una alternativa tediosa pero necesaria. Complementariamente, el monitoreo frecuente y exhaustivo que permita detectar las primeras matas que pudieran instalarse, resulta prioritario e indispensable.
Esas primeras matas deben controlarse una a una con mochila o pala.
Si hay presencia de manchones más grandes, el trozado de rizomas para uniformizar su brotación, seguido de aplicaciones en su debido tamaño, puede ser una alternativa válida.
En todos los casos, se debe evitar que las plantas semillen de la manera que sea posible. Y por supuesto, no cosechar las matas o manchones que podrían haber quedado. Una excelente herramienta, es también el uso de herbicidas preemergentes para evitar que prosperen nuevas plantas de semilla. Pero, como se trata de una maleza perenne, una vez instalada en el lote por medio de sus rizomas logra perpetuarse, por lo que no debemos descansar solo en el uso de preemergentes como herramienta de prevención y debemos poner foco en la erradicación de las primeras matas o manchones.
“Quizás estas recomendaciones parezcan exageradas, pero si dejamos que estos biotipos prosperen será seguramente mucho más costoso y difícil”, señaló el gerente de la REM.