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Palomas y cotorras en girasol

El girasol (Helianthus annuus L.) es, por sus características nutricionales, un cultivo muy apetecible para las aves, puesto que contiene varias proteínas y ácidos esenciales para el crecimiento y la reproducción.

Las palomas medianas y las cotorras son consideradas las principales aves que causan daños al cultivo de girasol en nuestro país. Cada una de estas especies se distingue entre sí, tanto por su biología como por el patrón y magnitud del daño que produce, con consecuentes implicancias para el manejo.

La paloma puede producir daños tanto en emergencia como en madurez (madurez fisiológica, R9), mientras que la cotorra sólo en capítulos en maduración, incluso antes de la madurez fisiológica. Asimismo, ambas especies tienen características biológicas y ecológicas diferenciales (Cuadro 1).

Las diferencias biológicas y de comportamiento entre palomas medianas y cotorras, además de las características de los lotes (tamaño, densidad de siembra, altura de las plantas, abundancia de malezas y su entorno como la abundancia de montes y/o sitios alternativos de alimentación) requieren la integración de varias medidas de manejo para prevenir y/o disminuir los daños. 

 

Cuadro 1: Biología y ecología comparadas de “paloma mediana” y “cotorra común”. Los parámetros indicados no son estáticos ni universales, sino que varían en el espacio y el tiempo según las circunstancias y las densidades poblacionales. Sin embargo, son útiles para destacar las diferencias entre ambas especies.

Los aspectos a tener en cuenta al implementar alternativas para disminuir el daño por estas dos especies de aves en girasol, pueden resumirse en:

Diagnóstico del problema

- Es fundamental identificar bien las especies que están produciendo el daño, dónde, cuándo y en qué magnitud lo están haciendo.

- Conocer las características del lote. Es muy común que el daño por aves sea mayor en lotes con prácticas agrícolas deficientes (problemas en la implantación, espacios abiertos dentro del lote, heterogeneidad en el desarrollo de las plantas, abundancia de malezas, etc.) También la disponibilidad de granos en el lote previo al cultivo (rastrojos o granos que se pierden por cosechadora), contribuyen tanto a sostener las poblaciones durante todo el año como a que las aves “fijen” el lote como área de alimentación.

 

Alternativas de manejo (estrategias y técnicas)

• Rotar los cultivos, para disminuir la oferta continua de recursos y también evitar la fijación de sitios específicos de alimentación por las aves.

• Coordinar fechas de siembra entre productores de la zona, así aumenta la oferta simultánea de recursos y disminuyen la probabilidad de daño concentrado en pocos lotes aislados

• Evitar la siembra cercana a lugares con recursos para las aves (montes, cursos de agua, etc.).

• Utilizar curasemillas que, al contener principios activos con propiedades repelentes para las aves (Ej.: metiocarb, imidacloprid), puedan contribuir a disminuir los daños.

• Usar variedades o cultivares menos susceptibles o más resistentes (Ej: variedades de girasol estriado y/o con mayor inclinación de los capítulos).

• Controlar eficientemente las malezas, las cuales pueden atraer a las aves a los lotes antes que el cultivo esté maduro.

• Acortar el tiempo de exposición del cultivo, adelantando la cosecha (ya sea cosechando con mayor porcentaje de humedad o utilizando desecantes químicos).

• Reducir al máximo las pérdidas durante la cosecha.*

• Manejar los rastrojos, para disminuir granos disponibles en los mismos.*

• Disminuir las pérdidas de granos durante el transporte.*

• No abandonar cultivos maduros en pie.*

• Repelencia mediante métodos físicos: pirotecnia; disparos de escopeta, vehículos que emiten sonidos estridentes circulando dentro del lote, espantapájaros, cintas reflectoras, etc. No obstante eso, hay que considerar que las aves usualmente se acostumbran rápidamente a los repelentes auditivos y visuales, por lo que se sugiere combinarlos y variarlos. Como así también considerar que a los repelentes auditivos, habría que utilizarlos cuando las aves comienzan a llegar al lote, muchas veces antes de la salida del sol.

• Repelencia mediante métodos químicos: Son compuestos o materiales que, al ser adheridos a una fuente alimenticia (en este caso, las semillas del cultivo que se desea proteger), actúan a través del sistema sensorial del ave que consume el alimento para causar una disminución de la palatabilidad del mismo, disminuyendo el consumo. A partir de agosto del 2010, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aprobó el registro de un producto químico en base al antranilato de metilo (Rayén®, 30 % p/v antranilato de metilo) específicamente para uso como repelente para palomas en cultivos de sorgo y girasol en maduración. Evaluaciones técnicas con Rayén® y palomas medianas en cautiverio confirmaron su eficacia para disminuir el consumo de semillas de girasol por estas aves. No obstante eso, los resultados de aplicaciones a campo podrían ser variables. Esto se debe a que la efectividad del producto en el campo depende de varios factores, incluyendo la tecnología de aplicación (que incide en la cantidad de producto que efectivamente llega a las semillas), las condiciones del clima (al momento de la aplicación y posterior a la misma), y la presión de aves en el sitio.

Una forma de incrementar la efectividad de los métodos repelentes, sean físicos o químicos, sería acortar el período de exposición, tal como se mencionó previamente, y utilizar los repelentes en un período más reducido de tiempo.

• Reconversión a recurso: Si bien las aves que pueden ocasionar problemas en los cultivos, pueden representar también un recurso para otros grupos de personas, ejemplo cazadores deportivos o caza comercial.

• Control letal: matar palomas o cotorras, mediante capturas con trampas o la caza con escopeta, sería único método de control. La alternativa química mediante un producto químico para control no estaría disponible en nuestro país.

 

Monitoreo y evaluación de los resultados

Posterior a las estrategias de manejo realizadas, es necesario monitorear los resultados del mismo, y evaluar su eficacia para disminuir el daño, lo que permitirá “aprender” en base a la experiencia y ajustar el manejo el próximo año. Así también es importante monitorear el campo durante todo el año, y no solamente en la época de siembra o cosecha (ejemplo: si vemos que las palomas visitan frecuentemente un lote en descanso para alimentarse durante el invierno (con rastrojo o plantas silvestres), es probable que sigan visitando el lote luego que se siembre girasol, especialmente si no hay mucho alimento disponible en los alrededores).

Daño por paloma.

 

 

Daño por cotorra.

 

* Nota: estas medidas, si bien no tendrían implicancias para el alivio inmediato del daño en el momento que se aplican, podrían incidir en la disminución de los daños la campaña siguiente, en especial los causados por palomas medianas. Esto se debe a que la abundancia de palomas medianas estaría regulada, principalmente, por el alimento disponible.

 

Adaptado de:

 

CANAVELLI S.B. 2010. “CONSIDERACIONES DE MANEJO PARA DISMINUIR LOS DAÑOS POR AVES EN GIRASOL” INTA – EEA Rafaela. INFORMACION TECNICA CULTIVOS DE VERANO. CAMPAÑA 2010. Publicación Miscelánea Nº 118 Pp. 175-190 Octubre 2010.

 

IDESA

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