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Levantando la guardia para que el “Amaranthus” no sea un problema

Por la empresa participaron los máximos responsables para Argentina y Uruguay, encabezados por su gerente general, Eduardo Pérez, y el gerente de marketing, Sebastián Camba, además de los coordinadores de herbicidas Juan Pablo Capricci; de mercado, Luis Repezza, y de desarrollo, Fabián Giménez.

 

Manejo integral

En el transcurso de la jornada se fueron recorriendo dos grupos de parcelas enfrentadas con ensayos: en uno se podía observar el desarrollo de cultivos de soja y de maní totalmente enmalezados, sin tratamiento alguno, y en el otro grupo se veía el comportamiento de distintos herbicidas o varias mezclas de ellos, en ensayos replicados con modificaciones de distancias entre hileras y de aplicación de cultivos de cobertura, para que los asistentes pudieran verificar las diferencias entre manejos.

Al abrir las presentaciones, Luis Lanfranconi destacó que el creciente problema de las malezas resistentes, que en el sur de Córdoba tiene su máxima expresión en el Amaranthus, obliga a realizar un abordaje totalmente distinto al de los últimos años, dado que ya no se puede descargar toda la responsabilidad en un solo herbicida.

“Hay que trabajar integralmente sobre el sistema productivo, aplicando mezclas de distintos principios activos; sumar la utilización de variedades de rápido crecimiento y sembradas a 35 centímetros, para acelerar el cierre del surco, y utilizar cultivos de cobertura que demoren el nacimiento de la maleza”, afirmó.

“Hay que pensar en que el gasto en herbicidas será más alto porque habrá que usar mezclas de compuestos y, si en vez de un mosquito hay que usar tres, no hay que dudarlo”, enfatizó, para añadir que también puede llegar a observarse algo de fitotoxicidad que finalmente será un daño menor ante las consecuencias de un crecimiento explosivo del Amaranthus .

 

No ahorrar

Coincidiendo con Lanfranconi, el gerente general de FMC, Eduardo Pérez, advirtió que ante el problema de las malezas rebeldes, lo peor que puede hacer el productor es pretender ahorrar en tecnología.

“Estamos viviendo las campañas más difíciles de los últimos años y la única manera de sobrevivir es trabajando de manera EFICIENTE. Hay que intentar llevar al máximo la producción, sin ahorrar costos, porque a medida que se ahorre con precios bajos para la soja, alta inflación y con un dólar bajo, la ecuación económica se complica bastante”, dijo, para agregar que en FMC vienen trabajando desde 2008 en el control de malezas resistentes, anticipándose a la explosión del problema, lo que les ha permitido armar un portfolio útil para los productores.

 

Cultivos de cobertura

Sobre la utilización de los cultivos de cobertura, el propietario del campo, Roberto Ressia, explicó que les está dando MUY BUENOS resultados mediante la siembra aérea de 50 kilos de centeno por hectárea, unos 30 días antes de la cosecha de soja.

El ingeniero Sergio Morichetti se refirió a la proliferación de dos tipos de Amaranthus en el área agrícola de la Argentina. El tradicional Amaranthus quitensis, nuestro Yuyo Colorado, y el Amaranthus palmeri, que es una especie exótica, proveniente de Estados Unidos, que hace algo más de 10 años que se encuentra en el país. “Si bien no es fácil diferenciarlos, lo concreto es que si en un lote está cualquiera de los dos, hay que controlarlos por igual porque ambos poseen resistencia a glifosato y a los herbicidas inhibidores de ALS. En el sur de Córdoba la problemática está centrada en Amaranthus palmeri porque está creciendo en forma exponencial”, indicó.

 

Moléculas y mezclas

El ingeniero Juan Pablo Capricci, responsable de herbicidas de FMC, mostró varias parcelas donde se observó el comportamiento de distintos herbicidas preemergentes. “Vimos varios productos precomerciales y mezclas de sulfentrazone con otras moléculas, y mostramos la mezcla de sulfentrazone con metribuzin, que es nuestro producto premium para controlar Amaranthus palmeri y hoy por hoy es el único que tiene registro para esta maleza”.

Contiene dos moléculas que atacan al Amaranthus con dos modos de acción en dos procesos fisiológicos diferentes. En el caso de maní se puede usar también sulfentrazone en mezclas con otros herbicidas, entre ellos clomazone, molécula que integra otro producto de FMC.

 

La Voz del Interior

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