Estudios realizados por el INTA en toda el área agrícola nacional muestran una gran pérdida de Zinc en los suelos en producción comparados con aquellos que no han sufrido cambios. El déficit de este nutriente provoca altas ineficiencias en el uso del Nitrógeno, generando pérdidas de rendimiento en el cultivo de maíz.
Las plantas para su desarrollo y correcta producción necesitan elementos químicos que forman nutrientes y que, a partir de estos, sintetizan sustancias de reservas, proteínas y lípidos. Los mismos se pueden dividir en macro, oligo y micro nutrientes. Esta caracterización está dada por la cantidad de elementos que necesita para cumplir con los procesos metabólicos y no por su importancia. La ausencia de un micro elemento determinado puede generar deficiencias de un macro elemento, que pudo haberse aportado como fertilizantes, a un costo elevado para el productor.
Una de estas interacciones se da con el Zinc (Zn) y el Nitrógeno (N), donde déficit de Zn en cultivos varios, pero principalmente en maíz, provoca que el Nitrógeno aportado no sea aprovechado correctamente por el cultivo.
La tecnología de Fertilización Foliar Complementaria es una de las formas para aportar los niveles de Zinc necesarios al cultivo de maíz, y poner de manifiesto su potencialidad de rendimiento. El mismo muestra excelentes resultados aplicado en forma correcta en la ventana donde el cultivo mejor lo puede aprovechar.
El Zinc cumple funciones dentro de la planta, entre ellas:
• Participa en la formación de auxinas, la hormona responsable del crecimiento y desarrollo del cultivo.
• Favorece el crecimiento radicular.
• Mejora la eficiencia del uso del nitrógeno.
• Mejora el cuaje de los granos.
• Participa en el llenado de los granos, mejorando la síntesis de almidón