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¡Cuidado, ahí viene la plaga!

La irrupción de las palomas medianas en los cultivos es una problemática que se percibe en el lote con cada vez mayor intensidad. Para cuantificar las pérdidas ocasionadas por estas aves plagas, conocer sus características y adoptar medidas de manejo que no descuiden el impacto ambiental, el INTA Paraná publicó un trabajo en el que se abordan estas cuestiones.

En primer lugar, el informe destaca que las palomas vienen causando en las últimas campañas pérdidas de hasta un 50% en cultivos de girasol y caídas aún mayores en el rendimiento en el sorgo. Entre las zonas más afectadas, se destacan la región centro y norte santafesina, pero este panorama también se puede apreciar en el departamento de Castellanos, en la misma provincia, parte de Santiago del Estero, Chaco y Entre Ríos.

Ante esta situación, no existe una única medida de control que ofrezca resultados inmediatos, eficiente en parámetros económicos y con bajo impacto ambiental. Por lo tanto, y en función de las características poblacionales de la paloma, el productor deberá considerar un conjunto de estrategias, en un esquema de manejo integrado.

Para esta plaga no existe una receta única, y como la abundancia de aves y el daño que pueden infligir está condicionado por lo que ocurre en un área de varios kilómetros alrdedor del cultivo, puede suceder que las técnicas de manejo sean efectivas parcialmente o directamente no sean aplicables.

Algunas de las tácticas para enfrentar a esta plaga, recomendadas por el INTA Paraná, se basan en el uso de determinadas prácticas agronómicas, el ahuyentamiento y el manejo por ambientes.

Con respecto al primer punto, y para daños ocasionados en cultivos en siembra y emergencia de soja y girasol, el primer aspecto a tener en cuenta es coordinar las fechas de siembra con varios productores de la zona, para intentar aumentar la oferta simultánea de recursos y disminuir las probabilidades de daños concentrados en pocos lotes.

Al momento de la implantación, es aconsejable evitar -en la medida de lo posible- la siembra de cultivos en lotes aislados o cerca de montes y cursos de agua.

El espantado o repelencia es otra manera de abordar esta problemática. Como punto de partida, el productor debe tener en cuenta que las aves suelen acostumbrarse con rapidez a repelentes auditivos y visuales. Una buena idea es combinarlos y variarlos.

En nuestros días, no existen repelentes químicos para aves registrados para ser usados en cultivos agrícolas en nuestro país. Y si bien las empresas de agroquímicos buscan avanzar en esta dirección, el informe destaca que la eficacia del ahuyentamiento o espantado estará fuertemente condicionada por varios factores.

Como ejemplo, y más allá del número de aves, existe un punto irrefutable: si no hay comida alternativa cercana, es probable que cualquier estrategia de ahuyentamiento en el lote tenga poca efectividad o incluso fracase por completo.  El manejo del ambiente es otra estrategia a tener en cuenta. Así, el trabajo sostiene que se observó una disminución significativa de la nidificación de palomas tras la modificación de la estructura del monte mediante la extracción selectiva de arbustos.

Esta alternativa, además de disminuir la cantidad de nidos de palomas, brindaría la posibilidad de utilizar los montes para ganadería, sumando valor económico directo a los mismos.

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